La Ley de los miembros

La ley es una norma, un precepto que establece límites para poder convivir en sociedad, es decir, la ley nos dice lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer y al referirse miembros son las partes de nuestro cuerpo que utilizamos para diferentes acciones. Dios siempre ha establecido leyes y uno de esos ejemplos se encuentra en génesis.

Génesis: 2:16-17 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;

17. más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Génesis 4:15 “Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.

Las leyes siempre tendrán castigos.

Éxodo 24:12 “Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.

Dios dio su ley a Moisés.

Galas 6:1-2 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

Esta es una ley de Jesús, él además de cumplir las leyes también estableció nuevas leyes.

Romanos 8:2 “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Esta es una ley del Espíritu que nos libra de la ley del pecado y de la muerte.

Las leyes nos obligan a hacer cosas que no queremos hacer, son coercitivas, es decir, que ejercen fuerzan y obligan.

Santiago 1:25 “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

La perfecta ley es la ley de la libertad y de la verdad y esta nace a raíz de la ley del Espíritu, además de ver la ley hay que perseverar en ella y no debemos ser oidores olvidadizos de la ley.

Sin embargo el enemigo establece leyes para gobernar al mundo y los que moran con el propósito de esclavizarlos y llevarlos a la muerte, por ejemplo, cuando el pueblo de Israel huían de Egipto y aun siendo libres aún procure continuar haciendo las cosas que antes hacíamos y que son pecado delante de Dios, como el pueblo rechazando el mana y pidiendo comer carne. El objetivo del enemigo es hacer que hagamos lo que antes hacíamos con el propósito de esclavizarnos.

Romanos 7:23 “pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

La ley de mi mente está intimidante relacionada con nuestra alma, cuando aceptamos a Jesús el Espíritu Santo entra en nuestra alma, la ley de nuestros miembros irá en contra a la ley de nuestra alma. A lo que se refiere de la ley del pecado es la ley de nuestros miembros, es cuando nuestro cuerpo nos pide hacer lo malo.

Romanos 7:15 “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

16. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

Hay una ley de pecado escrita en nuestros miembros que nos obliga y viene la ley de la mente/alma a pelear contra la de los miembros para hacer lo bueno y lo correcto. Por eso Dios nos perdona porque ve en nosotros que no tenemos la intención de hacer lo malo sino, fue la ley de nuestros miembros que habita en nosotros para hacer lo malo.

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